¿Cómo se trata el bruxismo?
El tratamiento del bruxismo depende de su causa y gravedad. No existe uno único o estándar todos, pero sí hay opciones efectivas que pueden reducir los síntomas y prevenir los daños, sobre todo del bruxismo severo.
Estas son las opciones de tratamiento más comunes:
Férulas de descarga
También llamadas placa neuromiorelajante, placa miorelajante, son dispositivos de acrílico hechos a medida que se colocan en los dientes durante la noche y mitigan los efectos del bruxismo nocturno. Su función es evitar el desgaste dental y reducir la tensión en la mandíbula. Son una de las opciones más utilizadas para el bruxismo nocturno.
Terapia física y ejercicios mandibulares
El masaje en los músculos de la mandíbula y los ejercicios de relajación pueden aliviar la tensión. Un fisioterapeuta especializado puede enseñarte técnicas para mejorar la movilidad y reducir el dolor.
Control del estrés y ansiedad
El bruxismo está fuertemente relacionado con el estrés. Practicar mindfulness, yoga o terapia psicológica puede ayudar a reducir los episodios de rechinar los dientes.
Ajuste de la mordida (odontología)
Si la oclusión (mordida) está desalineada, recomendamos tratamientos como coronas dentales, ortodoncia o ajustes en la superficie de los dientes (contactos prematuros) para mejorar la forma en que contactan.
Medicación
En casos severos, podemos prescribir relajantes musculares o incluso inyecciones de toxina botulínica (botox) para reducir la actividad muscular involuntaria.
El bruxismo es un problema serio que no debe ignorarse. Afortunadamente, existen múltiples tratamientos efectivos que pueden reducir sus efectos y mejorar tu calidad de vida. Si crees que puedes tener bruxismo, consulta a un especialista cuanto antes para encontrar la mejor solución para ti.