¿Qué es la Ortopedia Maxilar?
La ortopedia maxilar es una especialidad de la odontología que se encarga de guiar el crecimiento y desarrollo de los huesos maxilares. Mediante aparatos a la medida del paciente, corrige problemas óseos y esqueléticos desde edades tempranas.
Al ser un tratamiento interceptivo (a tiempo), redirige, induce o controla el crecimiento esquelético hasta encontrar una relación óptima entre los maxilares, la cara y el cráneo.
La ortopedia maxilar aprovecha el crecimiento natural del paciente. En la infancia, se puede moldear la estructura ósea de los maxilares sin necesidad de tratamientos invasivos o quirúrgicos.
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Beneficios y ventajas
- Mejora en la función masticatoria: Un desarrollo adecuado de los maxilares mejora la masticación y posterior absorción de nutrientes, importante para los niños en crecimiento.
- Corrección de problemas respiratorios: Muchas veces, las maloclusiones están asociadas a problemas respiratorios que pueden ser corregidos.
- Mejorar el habla: Al corregir la posición de los maxilares, dientes, labios y lengua, se mejora la pronunciación y el habla.
- Estética dental y facial: Un desarrollo y posición correcta de los maxilares contribuye a una mejor apariencia facial y dental. Un maxilar o mandíbula retruida o adelantada afecta el perfil facial.
- Corrección de posturas inadecuadas: Se evita la adopción de posturas compensatorias de cabeza y cuello, mejorando la alineación corporal.
Aparatología Utilizada en Ortopedia Maxilar
Existen varios tipos de dispositivos utilizados en ortopedia maxilar, entre los más comunes se encuentran:
Expansores Palatinos
Utilizados para ensanchar el paladar y corregir mordidas cruzadas.
Máscaras Faciales
Ayudan a corregir el crecimiento hacia adelante del maxilar superior.
Aparatos Funcionales
Estos dispositivos estimulan el crecimiento adecuado de los maxilares mediante el uso de fuerzas naturales.
Edad Adecuada para el Tratamiento
Es recomendable comenzar el tratamiento de ortopedia maxilar a una edad temprana, generalmente entre los 3 y 5 años. Sin embargo, desde bebés se debe prestar total atención y control. Algunos adolescentes y con ciertos tipos de tratamiento pueden beneficiarse de la ortopedia maxilar. Pero, las restricciones y buena respuesta ósea es muy limitada.
La clave está en un diagnóstico temprano y una intervención oportuna.