Diagnóstico
El diagnóstico de la periodontitis es un proceso clínico que busca identificar el estado de los tejidos periodontales y determinar la gravedad de la enfermedad.
Este diagnóstico es clave para planificar un tratamiento adecuado. Se basa en una combinación de evaluación clínica, radiográfica y, en algunos casos, pruebas adicionales.
Historia clínica del paciente y recopilación de información detallada sobre la salud general y bucal del paciente, con especial atención a factores que puedan influir en la enfermedad periodontal:
- Antecedentes médicos: enfermedades sistémicas como diabetes, tabaquismo o uso de ciertos medicamentos.
- Historial odontológico: frecuencia de cepillado, uso de hilo dental, sangrado de encías o sensibilidad.
- Factores de riesgo: estrés, antecedentes familiares de enfermedad periodontal.
Exploración clínica periodontal que permita identificar los signos específicos de la enfermedad. Los pasos son:
- Sondaje periodontal: Se mide en milímetros la profundidad de los surcos gingivales en búsqueda de bolsas periodontales. Profundidad mayor a 3 mm suelen indicar inflamación o pérdida de soporte periodontal.
- Sangrado al sondaje: Si hay sangrado, indica una inflamación activa. Por otro lado, el sangrado constante y espontáneo indica una enfermedad avanzada.
- Movilidad dental: La movilidad de los dientes puede variar de leve a severo, indicando pérdida de soporte óseo o daño avanzado en el ligamento periodontal. La escala más utilizada es de 1 a 3, donde 3 es la movilidad severa.
- Presencia de recesión gingival: Se mide la pérdida de inserción clínica (distancia entre la unión cemento-esmalte y el fondo de la bolsa periodontal).
- Evaluación de placa y cálculo: La localización y cantidad de estos depósitos ayudan al diagnóstico.
El análisis radiográfico es fundamental para evaluar el estado de los tejidos óseos que soportan los dientes. Los tipos de radiografías dentales más utilizadas son:
- Radiografía periapical: Muestra detalles de un área específica, útil para observar pérdida ósea localizada.
- Radiografía panorámica: Proporciona una visión general del maxilar y la mandíbula, útil para identificar patrones generales de pérdida ósea.
- Radiografía bitewing vertical: Ideal para evaluar la relación entre la cresta ósea y los dientes. Permite detectar pérdida ósea interproximal.
Índices periodontales. Se utilizan índices estándar para cuantificar la gravedad y extensión de la enfermedad periodontal, tales como:
- Índice de sangrado gingival (ISG): Evalúa el porcentaje de sangrado en los sitios sondados.
- Índice de placa bacteriana (IPB): Mide la cantidad de placa acumulada en las superficies dentales.
- Pérdida de inserción clínica (PIC): Calcula la profundidad de la bolsa más la recesión gingival, si existe.
Pruebas complementarias. En algunos casos, se realizan pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico o hacer el plan de tratamiento:
Pruebas bioquímicas: Miden marcadores inflamatorios en el fluido crevicular (líquido que se encuentra en las bolsas periodontales).
Pruebas microbiológicas: Detectan la presencia de bacterias específicas relacionadas con la periodontitis.
Pruebas genéticas: Determinan la predisposición genética del paciente a enfermedades periodontales.