Diagnóstico
El diagnóstico de la gingivitis lo realiza un dentista mediante una revisión clínica que evalúa el estado de las encías y los signos de inflamación. Durante la consulta, el especialista buscará síntomas como enrojecimiento, hinchazón, sangrado al cepillarse, o acumulación de placa bacteriana y sarro en los dientes.
Examen clínico y evaluación inicial
Examen visual:
El dentista revisa el color y la textura de las encías. Las encías sanas son de color rosa pálido y firmes, mientras que las afectadas por gingivitis suelen estar rojas, inflamadas y sangran con facilidad.
Sondeo periodontal:
Con una sonda periodontal, el dentista mide la profundidad de los espacios entre las encías y los dientes. Si estos espacios (bolsas) son más profundos de lo normal, puede ser señal de gingivitis o una etapa temprana de periodontitis.
Historial del paciente:
Se evalúan factores de riesgo como mala higiene bucal, tabaquismo, cambios hormonales, estrés, enfermedades como diabetes, o uso de ciertos medicamentos.
Detección de placa y sarro:
El dentista inspecciona si hay acumulación de placa bacteriana o sarro, que son las principales causas de la gingivitis.
Ayudas diagnósticas
Para complementar la evaluación clínica, se emplean herramientas como:
- Índices gingivales: Métodos estandarizados para medir la severidad de la inflamación.
- Radiografías dentales: Útiles para descartar daño óseo en casos avanzados.
Pruebas complementarias
En casos donde los síntomas no son concluyentes, se pueden realizar pruebas adicionales, como:
- Análisis microbiológico: Para identificar bacterias específicas relacionadas con la gingivitis.
- Exámenes de laboratorio: En pacientes con enfermedades sistémicas que pueden influir en la salud periodontal.
Enfermedades con síntomas similares
Algunas condiciones pueden presentar síntomas similares a los de la gingivitis, dificultando su diagnóstico. Entre ellas:
- Estomatitis: Inflamación de los tejidos bucales, que puede confundirse con gingivitis.
- Líquen plano oral: Lesiones inflamatorias que afectan las encías y mucosas.
- Leucemia: En sus etapas iniciales, puede manifestar sangrado gingival e inflamación.
Un diagnóstico diferencial adecuado es crucial para garantizar un tratamiento eficaz y evitar errores en el manejo clínico.
Además, la gingivitis es una enfermedad reversible si se detecta a tiempo, pero si no se trata, puede evolucionar hacia periodontitis, una afección más grave que puede comprometer la salud de los dientes y el hueso. Por eso, acudir regularmente al dentista es clave para identificar y tratar la gingivitis de manera oportuna.