¿Qué es queilitis angular?
En la mayoría de los casos intervienen dos factores: la saliva que permanece atrapada en el pliegue labial y la fragilidad natural de esa piel tan fina.
En odontología la consideramos un trastorno multifactorial: la humedad crónica facilita que hongos o bacterias oportunistas crezcan, mientras prótesis dentales mal ajustadas o déficits de vitaminas debilitan aún más la zona. Identificarla pronto evita infecciones secundarias y acelera la cicatrización.
Anuncio
Causas principales de la queilitis angular
Diversos detonantes convergen en este proceso inflamatorio y, a menudo, coexisten en un mismo paciente:
- Infecciones oportunistas: Candida albicans y Staphylococcus aureus son los patógenos aislados con más frecuencia, especialmente cuando hay humedad constante.
- Alteraciones mecánicas: prótesis dentales inestables o la pérdida de soporte óseo reducen la altura vertical de la cara, generando pliegues donde la saliva se estanca.
- Deficiencias nutricionales: niveles bajos de hierro, vitamina B2 (riboflavina) o zinc alteran la reparación epitelial.
- Factores sistémicos: inmunosupresión, diabetes mellitus, dermatitis de contacto o hábitos como lamerse continuamente los labios. Por otro lado, determinados medicamentos (retinoides, quimioterápicos) disminuyen la integridad mucocutánea y aumentan el riesgo.
Síntomas y signos que deberías reconocer
El cuadro clínico comienza con molestias leves y puede evolucionar hacia lesiones visibles y dolorosas:
- Eritema y sensación de ardor en la piel que bordea la comisura.
- Fisuras que se abren al bostezar o comer, generando micro-sangrados.
- Costras amarillentas cuando hay sobreinfección bacteriana.
- Macropapilas linguales atróficas en casos de deficiencia de vitamina B. Los síntomas tienden a agravarse con cambios climáticos (frío, viento) o alimentos ácidos y picantes. Aun así, la evolución suele ser benigna con tratamiento oportuno.
Factores de riesgo y población más afectada
Comprender quién es más vulnerable permite diseñar estrategias preventivas:
- Niños pequeños con uso prolongado de chupete o salivación excesiva.
- Pacientes geriátricos con prótesis totales y mucosa atrófica.
- Personas con inmunosupresión (VIH, quimioterapia, corticoterapia crónica).
- Individuos con hábitos orales nocivos: bruxismo, onicofagia, succión labial. La coexistencia de varios factores incrementa exponencialmente la probabilidad de desarrollar queilitis angular.
Diagnóstico odontológico y diferencial
El diagnóstico es eminentemente clínico, pero puede requerir exámenes complementarios:
- Exploración intraoral completa para descartar glositis, candidiasis palatina o lesiones precancerosas.
- Cultivo o frotis si se sospecha infección mixta.
- Pruebas sanguíneas (hemograma, ferritina, B12, glucosa) cuando se presumen déficits o enfermedades sistémicas. El odontólogo debe diferenciar la queilitis angular de patologías como el herpes labial, la dermatitis de contacto y las comisuras laceradas por traumatismos.
Lista de diagnóstico diferencial:
- Herpes simple labial recurrente
- Dermatitis alérgica perioral
- Fisura comisural traumática
- Atrofia mucosa por déficit vitamínico
Tratamiento y cuidados preventivos en casa
El abordaje combina medidas locales, corrección de factores predisponentes y educación del paciente:
- Higiene delicada: lavar la zona con agua tibia y jabón neutro, secar con toques suaves.
- Tratamiento tópico: antimicóticos (clotrimazol 1 %) o antibióticos (mupirocina) según cultivo, más un emoliente barrera con óxido de zinc.
- Ajuste protésico en caso de pérdida de altura vertical; puede requerir rebases o confección de nueva prótesis.
- Suplementación nutricional con hierro o complejo B si hay deficiencias comprobadas. Una vez curada la lesión, es fundamental mantener los labios hidratados y evitar hábitos como lamerse la boca.