Descripción
La disfagia es una condición que dificulta tragar alimentos, líquidos o incluso saliva. Es como si el sistema digestivo, especialmente el esófago, no funcionara correctamente, dificultando el paso de la comida desde la boca hacia el estómago.
La disfagia puede ser orofaríngea, caracterizada por dificultad para tragar en la boca o garganta. Por otro lado la disfagia esofágica, donde los alimentos llegan al esófago, pero tienen dificultad para llegar al estómago.
Causas
Causas de la disfagia orofaríngea:
- Trastornos neurológicos, como el Parkinson, la esclerosis múltiple, o el Alzheimer.
- Derrames cerebrales.
- Lesiones en la cabeza o el cuello.
- Enfermedades musculares, como la distrofia muscular.
Causas de la disfagia esofágica:
- Estrechamiento del esófago debido a cicatrices por reflujo gastroesofágico crónico.
- Acalasia, una condición en la que los músculos del esófago no se relajan adecuadamente.
- Tumores o masas que obstruyen el paso.
- Divertículos esofágicos, que son pequeñas bolsas que se forman en las paredes del esófago.
Síntomas
Síntomas específicos de la disfagia orofaríngea:
- Dificultad para empezar a tragar.
- Tos o atragantamiento frecuente al comer.
- Sensación de que la comida se queda en la garganta.
- Regurgitación nasal (cuando los alimentos o líquidos regresan hacia la nariz).
Síntomas específicos de la disfagia esofágica:
- Sensación de que la comida se atasca en el pecho.
- Dolor en el pecho al tragar.
- Regurgitación de alimentos no digeridos.
- Perdida de peso involuntaria.
Factores de Riesgo
La disfagia, o dificultad para tragar, puede ser causada por diversos factores que aumentan la susceptibilidad a esta condición:
Edad avanzada: A medida que se envejece, se debilitan los músculos de la garganta y el esófago, lo que incrementa el riesgo de desarrollar disfagia.
Trastornos neurológicos: Enfermedades como el Parkinson, el Alzheimer, la esclerosis múltiple y los accidentes cerebrovasculares pueden afectar los nervios y músculos involucrados en la deglución.
Cirugías de cabeza, cuello o garganta: Procedimientos quirúrgicos en estas Áreas pueden alterar o dañar los músculos y nervios, dificultando el proceso de tragar.
Reflujo gastroesofágico (ERGE): El Ácido estomacal que sube hacia el esófago puede causar cicatrices y estrechamientos en la garganta, dificultando la deglución.
Radioterapia en cabeza o cuello: La exposición a radiación en estos tratamientos puede dañar los tejidos y reducir la flexibilidad de los músculos de la garganta.
Consecuencias de la Disfagia
La disfagia sin tratamiento adecuado puede tener efectos significativos en la salud y la calidad de vida de la persona:
Desnutrición y deshidratación: La dificultad para tragar puede reducir la ingesta de alimentos y líquidos, lo que afecta la nutrición y la hidratación, debilitando el sistema inmune y el bienestar general.
Perdida de peso: Al no poder consumir la cantidad adecuada de alimentos, es común experimentar una perdida de peso involuntaria y un deterioro de la masa muscular.
Infecciones respiratorias y neumonía por aspiración: La disfagia aumenta el riesgo de que alimentos o líquidos entren en las vías respiratorias, lo que puede causar infecciones pulmonares graves, como la neumonía.
Aislamiento social y depresión: Las dificultades para comer en público pueden llevar a las personas a evitar situaciones sociales, afectando su vida social y emocional.
Asfixia: En casos graves, la disfagia puede obstruir completamente las vías respiratorias durante el proceso de deglución, aumentando el riesgo de asfixia.