
Descripción
Los cálculos dentales son depósitos de fósforo, calcio y minerales en las superficies coronales y radiculares de los dientes con difícil acceso y limpieza.
La capa de placa bacteriana blanda llamada biofilm, que se forma de manera natural en los dientes y encías, debería ser removida con el cepillado habitual. De no ser así, se clasificará y se acumulará capa tras capa para formar estos cálculo dentales.
Otros nombres: Sarro dental, tartaro, placa bacteriana calcificada.
Según su ubicación reciben nombre diferente:
- Cálculos Supragingivales: Cuando se depositan por encima de la línea de las encías.
- Cálculos Subgingivales: Cuando se depositan debajo de la línea de las encías.

Causas
Ya lo explicamos anteriormente, la principal causa es la placa bacteriana. Pero, veamos todas las causas:
- Mala o deficiente higiene dental: no cepillar los dientes regularmente o no usar hilo dental contribuye a la formación de placa.
- Fumar: el tabaco incrementa la acumulación de placa y sarro.
- Dieta rica en azúcares y carbohidratos: favorece la acumulación de placa.
- Tendencia genética: algunas personas son más propensas a desarrollar cálculos dentales.
Síntomas
Los cálculos dentales presentan síntomas específicos que ayudan a identificarlos:
- Manchas en los dientes. El sarro suele verse como una acumulación de color amarillento o marrón entre los dientes o en la línea de las encías.
- Encías inflamadas o enrojecidas. La presencia de cálculos irrita las encías, lo que provoca enrojecimiento, inflamación e incluso sangrado al cepillarse.
- Mal aliento persistente. Las bacterias presentes en los cálculos dentales pueden causar mal aliento o halitosis persistente, incluso después del cepillado.
- Encías retraídas. En casos avanzados, el sarro puede causar una retracción de las encías, haciendo que los dientes se vean más largos y expuestos. Alerta a este síntoma, puede ser inicio de una periodontitis.
Factores de riesgo
Algunos factores aumentan la probabilidad de desarrollar cálculos dentales. Entre ellos se incluyen:
- Dieta rica en azúcares y almidones. Los alimentos azucarados o ricos en carbohidratos facilitan la formación de placa, que al no ser removida se convierte en sarro.
- Edad. A medida que envejecemos, la probabilidad de acumular sarro aumenta, en especial si no se tiene una rutina de limpieza dental consistente.
- Producción reducida de saliva. La saliva ayuda a limpiar las partículas de alimentos y bacterias. La boca seca o la reducción de saliva, por medicamentos o enfermedades, incrementa el riesgo de sarro.
Consecuencias
Dejar los cálculos sin tratar o sin removerlos puede llevar a:
- Enfermedad de las encías: inflamación de encías o gingivitis.
- Infección del hueso y tejidos de soporte dental llamada periodontitis.
- Pérdida de dientes: en casos graves.
- Mal aliento: los cálculos dentales son fuente de mal aliento.
Prevención
La prevención es clave para evitar la formación de cálculos. Hábitos y conductas especiales de prevención incluyen:
- Cepillado regular y uso de hilo dental: cepillarse dos veces al día y usar hilo dental diariamente.
- Uso de enjuague bucal: Un enjuague bucal con control cálculo ayuda a reducir la placa y su endurecimiento.
- Visitas regulares al dentista: las limpiezas profesionales pueden eliminar la placa y el sarro que no se pueden quitar en casa.